jueves, 13 de enero de 2011

Confiemos en sus posibilidades

Poniendo esta confianza en el nuevo medio que acaba de eclosionar, es absurdo intentar ponerle trabas o anularlo mediante su constante difamación y proclamación de la mala calidad informativa. Si se hace información de mala calidad, es probable que se deba a la carencia de las propiedades que debería tener un periodista, como la exactitud, la claridad, la concisión, la precisión, la sencillez, la naturalidad, la originalidad, el ritmo o el color. Pero no por ello debe ser culpa del medio en el que se publique dicha información, que además puede aportar una simultaneidad con los hechos sin precedentes, puede aportar datos muy actualizados, hipertextos, procesos interactivos…
De hecho, como opina la periodista Eva Domínguez, el gran dogma del periodismo sobre la pirámide invertida de la información, no sólo sigue vigente en internet sino que además se vuelve tridimensional gracias a la multitud de ofertas informativas que se pueden aportar, lo cual, a simple vista, no parece precisamente muy negativo.

Merece la pena mencionar aquí, la propuesta que lanza Josep Lluís Micó en su libro "Periodisme a la xarxa" (2006): "En la red, aunque el medio haya cambiado, la esencia del periodismo, debería seguir siendo la misma: ejercer la misma profesión que siempre, desde la calle, con un lenguaje simple, claro y conciso, presentando los hechos de forma imparcial y aprovechando todos los recursos disponibles".
Precisamente, este tipo de periodismo "del de siempre" es el que se ve reflejado en este vídeo sobre un día de trabajo cualquiera en la redación de la edición digital de La Voz de Galicia.

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